lunes, 25 de mayo de 2015

RM Introducción



REVESTIMIENTOS DE MADERA.


Bajo esta denominación se enmarcan todos los revestimientos en los que el material de acabado predominante es la madera o cualquiera de sus derivados.

CLASIFICACIÓN.


Considerando su nivel de exposición al ambiente se clasifican en interiores y exteriores, siendo este factor determinante de las materias primas utilizadas y de los sistemas empleados para su instalación.

En relación con la disposición del soporte sobre el que se colocan, se clasifican en pavimentos, murales y falsos techos.


REVESTIMIENTOS INTERIORES.

PAVIMENTOS.

Los pavimentos de madera, conocidos ordinariamente como parqués, son revestimientos a base de piezas de madera o productos derivados de ella, que se presentan en variados formatos (lamas, tablillas, paneles, etc.) se unen entre sí mediante diferentes procedimientos y el conjunto se fija o apoya sobre un soporte o solera según los sistemas adecuados a cada uno de ellos.

De acuerdo con la norma europea EN 13756, se define el parqué(o parquet) como el suelo de madera con una capa superior o de desgaste de grosor mínimo de 2,5 mm previo a su colocación.

De ello se deriva que el concepto de pavimento o solado de madera es mucho más amplio que el de parqué, ya que no todos los solados de madera poseen una capa de desgaste de este material igual o superior al citado espesor.

Por su vinculación al soporte se distinguen dos tipos, adheridos y flotantes. Los adheridos fueron los primeros en emplearse, se fijan solidariamente sobre el soporte base, ya sea mediante clavazón o por medio de encolados. Los flotantes, de aparición mucho más próxima a la actualidad, simplemente unen sus piezas por medio de diferentes sistemas apoyándose de forma conjunta sobre su base, de manera que permiten una libre dilatación del pavimento y un montaje menos especializado. El apoyo puede ser directo sobre el soporte o con interposición de otros materiales que les confiere propiedades acústicas, térmicas o de amortiguación de la pisada.

De acuerdo con la tipología anterior y sus materiales integrantes, los pavimentos de madera toman las siguientes denominaciones:

RM Parqué macizo entarimado



Parqués macizos entarimados.

Conocidos como entarimados, son suelos de madera natural y por lo tanto parqués, adheridos al soporte mediante fijación mecánica o en sistema flotante.  Se encuentran regulados por la UNE-EN 13226. Su empleo generalizado data del s. XVI. Se presentan en forma de lamas o tablas (longitud muy superior a su anchura y ésta a su espesor) o en forma de tablones (anchura y espesor superiores a los de la tabla). Las dimensiones mínimas de las lamas son: 18 mm de grosor, 40 mm de anchura y 1000 mm de longitud.

www.archiexpo.es
Tradicionalmente los entarimados se asientan y fijan sobre un sistema de listones de madera denominados rastreles, normalmente de pino o abeto couperizado a fin de protegerlos contra hongos e insectos xilófagos y siempre que no presenten nudos, fendas, etc. que comprometan la estabilidad y solidez del pavimento. También puede utilizarse el castaño en el que dada su durabilidad no necesita de un tratamiento adicional.

Grosor parquet (mm) 
Separación máxima rastreles
     17 ± 2
         35
     22 ± 2
           45
     > 24
En función del formato

www.parquetsnadal.com
Los rastreles se disponen en sentido perpendicular a la dirección de las lamas, de forma que se genera una pequeña cámara de aire (en la que se pueden incorporar materiales aislantes) que protege al entarimado de la humedad, al mismo tiempo que se consigue un perfecto nivelado y un tránsito agradable que disminuye el ruido de impacto. Los rastreles se colocan paralelos entre sí,separados del perímetro al menos 20 mm para permitir la dilatación del conjunto y a distancias de 35 a 45 cm dependiendo de la longitud y espesor de las tablas.

Se nivelan determinando un plano de asiento absolutamente horizontal y se anclan al soporte mediante distintos procedimientos de acuerdo a la planitud y características del mismo. Los sistemas de fijación al soporte se clasifican en secos y húmedos


www.hazmeprecio.com
Los secos se realizan  por tres procedimientos: atornillado sobre taco, pegados o clavados por impacto. En los húmedos el rastrel se puede recibir de forma continua, apoyándolo sobre cama de mortero de cemento en toda su longitud o de forma discontinua, es decir, el rastrel se asienta sobre pelladas de pasta de yeso. En el sistema húmedo el rastrel se prepara con clavos laterales en forma de aspillas a cada 40 cm aproximadamente, al objeto de asegurar la sujeción del mismo. Resulta conveniente practicar cortes transversales en la contra-cara de los rastreles hasta la mitad de su grosor, (cada 70 ± 20 cm) para atenuar o evitar las torceduras o movimientos y para mejorar su asentamiento en la pasta o mortero. En el recibido discontinuo se puede complementar el asiento con espuma de poliuretano y de igual forma se puede proceder en los sistemas secos que precisen cuñas para su nivelación. Cuando la base es muy irregular o se requiera una elevación del pavimento, se pueden utilizar reguladores de altura (plots) para la nivelación y asiento de rastreles.

brimat.cl
No obstante, el firme habitual del entarimado es la capa de mortero de cemento maestreado, con una resistencia mínima a compresión de 20 N/mm2 y espesor mínimo de 30 mm, debiendo poseer un grado de humedad inferior al 2,5% antes de proceder a la ejecución del entarimado, en cuyo caso, para la fijación del enrastrelado suelen emplearse los sistemas secos de atornillado o clavazón por impacto.

Los rastreles tendrán sección rectangular o trapezoidal, con anchura comprendida entre 50 y 70 mm  y gruesos en consonancia con el sistema de fijación, aproximadamente 40 mm. Es aconsejable la sección trapezoidal cuando se reciban por vía húmeda.Atendiendo a criterios técnicos, resulta aconsejable que se dispongan paralelos a los lados de menor longitud del recinto, de forma que se aminoren los posibles efectos de hinchazón y merma de la instalación como consecuencia de las variaciones higrotérmicas. Por otra parte, sin dejar al margen los factores técnicos, deberán valorarse condicionantes estéticos en la dirección de las lamas, de modo que cuando se pretenda ampliar visualmente la estrechez de una estancia, la dirección de las lamas debería ser perpendicular a su mayor longitud.

El tipo de madera, su tonalidad y la anchura de la lama contribuirán a crear distintas sensaciones. Las maderas claras están indicadas para espacios reducidos, confiriéndole amplitud y luminosidad. Las oscuras crearán efectos opuestos, por lo que su empleo es recomendable en espacios amplios, diáfanos y muy luminosos, aportándoles calidez y gravedad. Las lamas anchas favorecerán también a los ambientes de generosa superficie, mientras que por el contrario acentuarán la escasez de superficie si se instalan en pequeños recintos.
Las maderas más utilizadas en la elaboración de las lamas y parqués en general son: frondosas de zonas templadas (abedul, arce, roble, castaño, eucalipto, haya, nogal, cerezo, etc.), coníferas (cedro, pino melis, alerce, pino tea y abeto) y también frondosas de zonas tropicales (bubinga, cumarú, doussié, ukola, elondo, merbau, mongoy, sucupira, teka, wengé, iroko, jatoba e ipé). Las coníferas deberán tener una densidad superior a 450 kg/m3.

Las lamas se presentan machihembradas en todo su perímetro, con espesores de tabla de 20 mm aproximadamente. Pueden estar formadas por una única pieza de madera o por el encolado o laminado de una o más capas de madera y pueden estar biseladas para acentuar la visión de las juntas. La instalación puede comenzarse indistintamente con la lengüeta cortada encarada a la pared de arranque o con el cajeado hacia ella que es lo más frecuente, dejando en ambos casos la junta de dilatación referida. La primera lama se clava verticalmente sobre el rastrel a una separación tal que se oculte con el rodapié y por la parte opuesta se introducen clavos de hierro inclinados que se ocultarán con la siguiente hilada de lamas, pudiéndose utilizar clavadoras mecánicas. Fijada la primera, se procede a colocar la siguiente encajándola en la anterior y fijando de forma oculta su canto libre sobre los rastreles (clavos o grapas). Toda lama debe apoyar y clavarse al menos en dos rastreles.

Existe también la posibilidad de fijar las lamas al enrastrelado por medio de adhesivos que garanticen su unión y elasticidad a lo largo del tiempo. Una variedad de entarimados es aquella en la cual los rastreles no se solidarizan con el soporte base, se conocen como entarimados flotantes, en este caso, las lamas se ensamblan y encolan entre sí. 

El entarimado puede también instalarse mediante sistema flotante, en cuyo caso las lamas asientan por gravedad sobre la solera base con interposición de una lámina aislante (espuma de polietileno, cartón ondulado, polipropileno, etc.) de hasta 5 mm de espesor, que absorbe las pequeñas irregularidades del mismo, actúa como barrera de vapor y disminuye la repercusión de sonidos al tránsito. Las bandas aislantes se disponen en sentido perpendicular al de las lamas, se solapan 15 o 20 cm entre ellas y doblan sobre los paramentos al menos 5 cm (mínimo la mitad de altura del rodapié).

Las lamas de madera machihembradas se deben encolar entre ellas por la cara superior de los cajeados o en sistemas flotantes específicos usar grapas ocultas que garanticen el movimiento uniforme del pavimento.

En la actualidad existen sistemas de unión tipo clic para instalaciones flotantes que no requieren de un encolado entre lamas ni de ningún otro tipo de cohesión entre ellas.

Cuando las lamas estén provistas de acabado previo (de acuerdo con el sistema de montaje empleado), la instalación finaliza con la colocación del rodapié, no necesariamente de madera. En el supuesto de carecer de acabado previo, se procederá al acuchillado si resultara necesario, al lijado y posterior protección, ya sea a base de barnices o ceras.

Al tratarse de un entarimado macizo se puede someter a reiteradas intervenciones de renovación cuando su deterioro así lo aconseje. El proceso consiste en acuchillar toda la superficie mediante maquinaria específica para ello, retirándose el barniz y una mínima parte de la madera o sólo lijado de grano grueso para levantar exclusivamente el barniz, a continuación se lija y emplastecen los desperfectos tales como grietas, arañazos y oquedades, utilizando para ello una mezcla de polvo de serrín y resina de poliuretano u otros productos (acetatos de polivinilo) existentes en el mercado. Posteriormente se vuelve a lijar la superficie, tantas veces como sea necesario, cada vez con un grano de abrasión menor, hasta finalizar con un pulido de lija de grano muy fino. Para finalizar se aplica una mano de imprimación y tres manos de barniz con pulidos intermedios (resinas de ureaformaldehído, poliuretano al disolvente, poliuretano al agua y acrílicos).

Es un material cálido y natural que proporciona al ambiente una nota elegante, noble y confortable. Al existir tan amplia gama de maderas apropiadas y tonalidades, encaja con multitud de estilos decorativos. Es agradable al tacto y al tránsito.

El mayor de los inconvenientes deriva de su propia naturaleza. Los cambios de humedad ambiental provocarán cambios dimensionales en el entarimado que propiciarán la aparición de fisuras en las lamas y posible separación de  sus juntas. Así pues, deben evitarse también encharcamientos en el pavimento y excesos de agua en su limpieza. Aunque las maderas recomendadas son las de mayor densidad, su resistencia al rayado y al impacto es considerablemente menor que en otros materiales. Están por tanto indicadas para un tránsito doméstico o comercial moderado. No es aconsejable su instalación cuando se disponga calefacción por suelo radiante.

RM Parqué mosaico


Parqués mosaicos.


cosedicasa.com
El parqué o parquet, de acuerdo con el diccionario de la RAE es el “pavimento para suelos de interior formado por listones muy pequeños de madera dispuestos en formas geométricas”. La diferencia sustancial con el entarimado radica en su colocación y en la longitud de las tablas, en este son pequeñas y colocadas formando dibujos geométricos. 

La denominación de parqué según EN 13756 se atribuye a cualquier pavimento cuyo espesor en madera natural sea superior a 2,5 mm, sea cual sea el tipo y proceso de colocación.

Este parqué nace a finales del s. XVII en Versailles (Francia). Al ser un material muy costoso se instala casi en exclusividad en edificios públicos y en residencias burguesas.  Las piezas de diferentes maderas se elaboraban artesanalmente, sus formas predominantes eran cuadrados, trapecios, rombos y triángulos, que combinadas entre sí y encoladas al soporte originaban formas geométricas muy atractivas.   A mediados del s. XX se popularizan los parqués gracias a la industrialización de los mismos y al avance tecnológico de los adhesivos que permiten la colocación encolada casi sobre cualquier soporte.


pavimentisulweb.it
En la actualidad se utilizan paneles compuestos de tablillas o pequeñas lamas de madera unidas por sus cantos (aunque no ensambladas) formando motivos geométricos y encoladas al soporte. Los paneles poseen forma cuadrada o rectangular, con gruesos de 6 a 10 mm y formatos aproximados de 40 x  40 cm a 60 x 60 cm. Para cohesionar el panel se emplean diferentes soluciones (papel Kraft o mallas termoplásticas en contracara, etc.) Se encolan al soporte mediante adhesivos especiales. Cuando el panel se confecciona con tablillas de pequeñas dimensiones (aproximadamente 12 o 14 cm de largo) se denomina parqué taraceado. El encolado puede realizarse directamente sobre el soporte o por mediación de un entramado de rastreles sobre el cual asienta mediante clavazón o atornillado una superficie continua de tablas de ripia o de tableros derivados de la madera, resistentes a la humedad y de espesor no inferior a 16 mm.

parquetsserrabarcelona.com

Las ventajas e inconvenientes de estos pavimentos son análogas a las del entarimado tradicional. En estos y en cualquier otro sistema encolado al soporte disminuye el sonido de impacto, desaparece el crujido al pisar pero también disminuye considerablemente la amortiguación al tránsito. Para evitar puentes acústicos e impedir el paso de humedad de paramentos al solado, se requieren juntas perimetrales de entre 4 y 6 mm.

Los parqués mosaicos se encuentran regulados por la UNE-EN 13488.

RM Lamparquet



Lamparquet.

sfresourcesgroup.com
discoverwoodfloors.co.uk
Pavimento tradicional compuesto por tablillas de madera maciza en crudo y dimensiones intermedias, individuales y adosadas por sus cantos (pero no ensambladas entre sí) que se pegan por su contracara al soporte mediante adhesivos acordes con el soporte y formato de la tablilla. Se fabrican en diferentes maderas y tamaños de tablillas, el espesor mínimo de tablilla es de 9 mm (hasta 11 mm), con una relación geométrica entre anchura y largo (del orden de 5 a 7 veces) para que puedan organizarse formando figuras. Los anchos varían entre los 30 y 80 mm y sus longitudes oscilan entre 120 y 600 mm.


Los cantos no se presentan mecanizados, salvo a lo sumo un bisel o ranura de estabilización en la contracara. Con ellas se pueden lograr diferentes diseños: lineales, espiga, doble espiga, damero, etc.
discoverwoodfloors.co.uk
Su colocación encolada pieza a pieza ocasiona la necesidad del acuchillado que elimine los resaltes de la puesta en obra consiguiendo una superficie plana.
La norma que los regula es la UNE EN 13227.
parquetsserrabarcelona.com
La protección final se realiza mediante aceitado o barnizado.

RM Parqués Multicapas



Parqués multicapas.

Aparecen a mediados del s. XX con el objeto de disminuir las desventajas de los sistemas anteriores consiguiendo además un abaratamiento de su precio. Son lamas machihembradas de longitudes entre 1800 y 2200 mm, anchos entre 150 y 250 mm y grosores comprendidos entre 12 y 16 mm. 

naturarte.eu
Se caracterizan por disponer de varias capas bien diferenciadas, la capa base de estabilización o contracara formada por madera de coníferas de aproximadamente 2 mm, la capa intermedia o persiana compuesta por una o varias capas de maderas resistentes y económicas como el pino o el abeto, en la gran mayoría de modelos formada a base de tablillas dispuestas en sentido perpendicular a la longitud de la lama, con un espesor comprendido entre 6 y 9 mm, aunque también puede estar integrada por un tablero contrachapado, y la capa noble de acabado, pisada o desgaste, constituida por la madera o mosaico de tablas vista de calidad. 

De acuerdo con la norma europea EN 13756y la Federación Española de Pavimentos de Madera (FEPM) la capa noble de una tarima multicapa poseerá un grosor no inferior a 2,5 mm, pues de lo contrario no admitiría labores de mantenimiento, acortándose su vida útil y no correspondiéndole la denominación de parqué. Son por lo tanto una versión económica del lamparquet aunque con mejores prestaciones respecto a sus cambios dimensionales y facilidad de ejecución. Los espesores frecuentes comercializados de capa noble están comprendidos entre 2,5 y 6,5 mm.

Superficialmente cuentan con tratamiento barnizado de hasta siete capas que le proporcionan un considerable aumento de resistencia al desgaste por abrasión, impacto y rayado. La capa noble puede presentarse con tres, dos o una sola lama.

boen.com

Por su configuración, la estabilidad dimensional es superior al entarimado de madera maciza o parqués. Se pueden colocar encoladas como el parqué o en sistema flotante, es decir, de forma independiente al soporte y con interposición de lámina aislante (espuma de polietileno, cartón ondulado, polipropileno, materiales de reciclaje diversos etc.) de hasta 5 mm de espesor, que absorbe las pequeñas irregularidades del mismo, actúa como barrera de vapor y disminuye la repercusión de sonidos al tránsito. Las bandas aislantes se solaparán 15 o 20 cm y doblarán sobre los paramentos al menos 5 cm. El soporte debe estar perfectamente nivelado, basta con un maestreado de mortero de cemento de 30 mm de espesor y dosificación 1:3 con autonivelante en superficie, aunque en reformas y rehabilitaciones puede instalarse sobre el pavimento existente siempre que presente la debida planitud.
boen.com

Cuando no se adhieren al soporte, los sistemas de ensamble de las lamas pueden ser simplemente machihembrados y encolados en hembra o actual y más frecuentemente con sistemas de clic en seco.

Como en el entarimado tradicional, deben contrapearse las juntas transversales entre hiladas, no siendo recomendables el uso de piezas menores de 20 cm de longitud. Igualmente habrán de disponerse juntas de dilatación de 15 mm en todo el perímetro de las estancias a pavimentar.


La UNE-EN 13489 es la encargada de regular las características de los pavimentos de tarima multicapa.